Quizás llegue un poco tarde este reporte de partidas, pero desde que llegamos de Essen, no hemos parado de trabajar en cosas de juegos que está siendo un locurón. Y además, con el anuncio de que el Protos y Tipos será del 1 al 3 de marzo hace que tengamos que apretar más aún. Sin contar compromisos de entrega de material y demás. Vamos, que noviembre ha empezado calentito a pesar de la lluvia y el frío.
Eso si, la semana pasada nos desquitamos pegándonos tremendas sesiones de juego el jueves, viernes, sábado y domingo que nos hemos quedado saciaditos.
Jueves
Nuestro amigo Flipper nos invitó a su curro donde tienen un salón de actos enorme con luz natural para poder ponernos a jugar como enfermos a todos los que fuimos allí. Comenzamos la sesión echando un Newton a 4 que ha hecho que entre directamente en la wishlist y probablemente la única (o casi única, nunca se sabe) compra después de Essen (que hemos hecho tope y hasta hemos cancelado Kickstarters porque no queremos acabar comprando otra Billy). Vaya pedazo de juego. Qué ganas de repetir y qué ganas de verlo junto con la balda dedicada a estos diseñadores italianos. ¡Pero qué maravilla!
Después, una sorpresa indonesia llamada Jalan-Jalan que a pesar de ser algo caótico y más o menos limitado, el juego da para una dinámica de mucha risa con votaciones y acciones ocultas. El juego trata de elegir el sitio de vacaciones y en función a un rol oculto, a ti te interesará más el ir a un sitio o a otro. No creo que se encuentre por aquí porque hablando con los diseñadores en Essen, era la primera vez que salían de Indonesia (y eso se ha notado en los manuales de reglas…)
Y de marcianada en marcianada: Let’s Drink. El argumento no puede ser más bizarro: Tilabunny (el peluche donde se guardan las cartas) ha abierto una cafetería con bebidas locas con espumas de colores con formas de conejo. El juego es una suerte de Jungle Speed pero ultra cuqui con una resolución de ronda muy ingeniosa al estilo Welcome To: La trasera de las cartas indica el patrón en común y la carta revelada con lo que tiene que coincidir. Estos son de Taiwán y dudo que se encuentre en otro sitio que no sea la feria de Essen.
Y siguiendo con las cosas que solo se pueden encontrar en Essen: Mars Open. Unas chapas divertidísimas con grados dificultad en el cual estás jugando al minigolf en MARTE (¿qué más necesitas para querer jugarlo?) Pueden jugar hasta 8 jugadores y vienen un montón de escenarios. ¿Lo curioso? Utiliza la mesa, las sillas y lo que tuquieramiarma como soporte donde poner la bandera para hacer hoyo. Y esas cartas dobladas vuelan increíblemente bien.
Y tras las marcianadas de Essen, una partida a 3 jugadores a Coimbra que fue una auténtica delicia. Si bien la primera partida me gustó mucho aunque hizo que no lo considerara al mismo nivel que los anteriores de esta gente, ésta lo ha mejorado mucho. Una vez vas entendiendo las cartas y el timming bueno para cogerlas, mola muchísimo más. Y lo bonito que es, que eso siempre es un plus.
Luego, como tenemos ésta debilidad, nos pidieron una partida a Ramen que no me pude negar a jugar con ellos. Estamos encantaísimos con el juego. Ha quedado precioso. Luego quisieron probarlo más asistentes al eventazo éste y echaron una partida a 5 que se oían las risas a kilómetros <3
Pero volvamos a las marcianadas: First Contact: Una especie de Código secreto ruso en el cual un grupo de jugadores son los humanos y otros alienígenas que han aterrizado en Egipto y tienen que hacerse entender mediante pistas con una pizarrita para que los humanos acierten de qué objeto están hablando. Es una idea chulísima pero quizás implementada de una manera un tanto farragosa. Otra cosa mala que tiene es que dura mucho para ser un código secreto pero… oye, el momento pizarrita siendo egipcio tiene su punto.
Mientras que nos traían la cena, jugamos un partida super rápida a Railroad Ink (da igual que sea el rojo porque no jugamos con los dados coloraos) Y he de decir que me lo traje de Essen a regañadientes porque era más parecido a una enfermedad que a un juego: Persona que pasaba por el stand de Horrible Games, personas que se llevaba uno o los dos. Pero no me arrpiento de nada porque el juego mola un montón. Saldrá en español por aquí así que lo puedo recomendar de todas todas.
Y después uno de los juegos con los que más me he reido de los últimos tiempos: Cerberus. Una especie de The Island / Piratas al Agua en el cual estás forzado a cooperar con el resto de jugadores para poder ganar. Digo forzar, porque si no cooperan los jugadores (al menos un poquito) tienen las de perder. El juego implementa el dilema del prisionero de una manera muy divertida y lo mejor de todo es que, si te pilla el perrete, pasas a controlar el perrete (un número de jugadores controlarán al perrete al final de la partida) El juego tiene un efecto “ahora somos amigos”-“ahora no te ayudo tanto”-“Ahora te intento putear a muerte y salir yo corriendo” que es una gozada.
Como penúltimo juego, uno de éstos que siempre quiero probar: Si Uwe saca juego “gordo” yo quiero jugarlo si o si. Y menos mal que ésta vez no lo hemos comprado: Reykholt. El juego está correcto y tiene todo elemento de Uwe, pero he de reconocer que se me hizo largo y muy muy soso. Todo lo que disfruté con Nusfjord no lo he hecho con éste. Lo bueno que tiene es que se lo vas a poder sacar a todo el mundo porque no tiene mucha complejidad. Ésta vez el bueno de Uwe ha pinchao.
Y como uno de los chicos que aguantó a los más enfermos (es decir, Flipper Shei y yo), Chechu, no había jugado NUNCA al Azul, tuvimos que pegarle con la bolsa llena de sugus en la cabeza para raptarle. Y encantao se quedó. Este juego es una maravilla atemporal.
Esta fue mi cronología durante el jueves: Shei jugó a lo siguiente y os traslado sus palabras:
Jugó a Symphony Nº9, me cuenta que encarnas el rol de un mecenas que vas a patronizar a distintos compositores famosos de la época. Lo mejor que tiene es una fase de puja puño cerrao en el cual puedes meter en la puja los muebles de tu casa ?¿?¿ que determina en cada ronda si el concierto se celebra o no. No es que sea mal juego pero esperaba algo más de él porque al final el tema es algo anecdótico.
También jugó a Yummy yummy pancake, el juego de la sartén y las tortitas. El juego es un memory: Se ponen todas boca arriba, agitas la sartén para que se den unas cuantas la vuelta, y tu oponentes tienen que tienen que adivinar las que se han dado la vuelta. Una cucada.
Y el otro que jugó fue Shibuya, un juego abstracto para dos del diseñador de Timebomb, en el cual tienes que hacer cruzar a los peatones de tu color hasta que tengas 4 más que el otro. Le ha encantado y si no hubiera sido tan TAN feo y tan TAN caro, se hubiera venido a casa.
Viernes
Después de la paliza lúdica del jueves, nos metimos otra paliza con Muchachita Lúdica y pareja, que vinieron a casa porque estaban de visita por Madrid. Así que según llegaron nos pusimos a darle y les metimos el virus del Pueblo. Gente que lo prueba, gente que se enamora del juego. Y no es para menos. Ésta copia es la nuestra POR FIN que la pudimos encontrar en Essen. Qué juego y cómo mola.
Después, una partida a Coimbra a 4 jugadores (así ya lo he probado a todo número) y así ellso se ahorraban la lectura del manual. Y cómo me gustó ésta partida. Ha ido escalando puestos hasta ponerse en la posición de poder coincidir con el resto de esta gente. Qué divertido.
Después, como son unos inconscientes, nos pidieron una partida a Aalsmeer y no nos pudimos negar: Ellos querían probarlo y nosotros necesitamos sacarle todas las partidas posibles para probar las habilidades del juego. Es una gozada el estar jugando un diseño tuyo y estarlo jugando sin estar haciendo ajustes mentales. Disfruté como un cochino la partida y ellos acabaron bastante contentos también ¡Y eso que la partida salió dura en tema de ir muy escaso de dinero!
Después partida a Pikoko porque no quedaba mucho más tiempo. Qué maravilla de juego, las primeras rondas no te enteras mucho y cooperas un poco, pero a la que avanza la ronda, vas viendo sus sutilidades y acabas pasándotelo en grande. Es un juego muy inteligente y ojalá lo veamos por aquí en algún momento.
Para terminar (como quedaba poco tiempo porque se tenían que ir) estrenamos nuestra copia de Railroad Ink (sin expansiones, otra vez) con ellos. Muy muy buenas sensaciones. Se quedará en la colección bastante tiempo.
Una vez se fueron, aprovechamos para estrenar otra cosa que nos trajimos de Essen: Duelosaur Island. Me esperaba poco de éste juego pero me ha sorprendido muchísimo. Tiene una parte de drafteo de dados que mola mucho. Asocias los dados a bonus, que salen 4 por partida y hay como unos 20, por lo que cada partida se desarrollará de una manera u otra. Con algún vacío en el manual que otro la partida no duró mucho (si juegas a partida corta creo que es DEMASIADO corta y a larga MUY larga). Se va a quedar una temporadita en la colección.
Y ya por poner colofón al día, y tiraos en el sofá, jugamos un par de jueguitos de cartas que nos trajimos de Essen. El primero fue 3×8 que ha resultado ser una escoba tirando a sosilla y que no nos dejó mucha gana de repetir. El juego mal no está pero ésta vez Amigo Spiele ha sido Enemigo Spiele.
Y otro sorpresón: Piepmatz. Lo compramos por lo bonito y porque los influensers de turno decían que era una especie de Arboretum (en la toma de decisiones) y aunque no es para tanto (Arboretum me parece muy muy duro) nos ha gustado muchísimo. Si bien es cierto que la mecánica es un poco marciana con los cuervos, las ardillas y la fuerza de los pájaros, el juego es super chulo.
Sábado
Y ya tocaba descansar un poco pero no dejar de jugar. Así que aunque estuvimos liados todo el día, nos dedicamos a jugar otras cositas. Comenzamos nada más desayunar con un juego muy raro llamado Zura que nos llamó por sus ilustraciones preciosistas. El juego es un familiar con un poquillo de componente de memory que nos ha gustado mucho. Tenemos muchas ganas de probarlo con sobris porque tiene pinta de triunfar.
Después Huns, un eurogame ligerito (DEMASIADO ligerito) que tiene una mecánica central chula pero que no sustenta el resto del juego. El tema de que el dado de valor al grupo al que pertenece (pudiendo coger de 1 a 3 cubitos o de 1 a 3 cartas) sobre el papel mola mucho pero luego no mola tanto. Una pena porque el juego es ultra bonito.
Y antes de comer, un par de partidas a un juego muy chulo: Globe Twister. Es un juego en el que tratas de ordenar una foto que tienes dividida en 9 partes. Con una fase simultánea en la que todo el mundo planifica las piezas que va a mover hace que el juego dure nada. Muy divertido! (Al menos estas dos primeras partidas, no sé cómo aguantará el paso del tiempo)
Y vamos a por el gran estreno del día: Carpe Diem. Con un diseño gráfico que haría llorar al creador de la Comic Sans y con una elección de colores encargada al mismo señor que eligió las del Castillos de Borgoña, ha salido un juego buenísimo. Como dura tan poquito, te deja muy muy picado para una segunda o tercera partida.
De hecho, nos echamos dos del tirón porque nos quedamos con ganas de más. Y ahora mismo me echaba otra sin pensarlo. Es muy muy ligerito (para lo que nos tiene acostumbrados) pero se va a quedar en la colección.
Después una partida a Tsukiji que se vino a casa con una fuerte rebaja de precio el último día en Essen. A pesar de que a 2 no es su mejor número (imagino que su mejor número es 3) me ha gustado bastante. Tiene una mala leche muy fina que te puede recordar un poco a Hab & Gut a la hora de subir/bajar el valor de un recurso para luego al final puntuar más o menos. Lo único malo que le achaco (que al precio al que se vino no le pongo pegas) es que la puntuación final no pueda hacerse con las monedas porque va muy justito de los componentes.
Y para cerrar el pedazo de día, un Railroad Ink azul ésta vez si con una de las expansiones características de ésta versión: Los ríos. Y me han gustado un montón. A ver si en la próxima vez jugamos con los lagos y ya podemos dar por estrenada 100% la copia.
Domingo
El domingo no íbamos a jugar nada pero al final la llama tiró al monte y decidimos estrenar más jueguitos de Essen. Como leímos cosas malas y buenas de Bumúntú de los implicados en la compra conjunta sin venir a cuento (Javi Legacy nos hypeó y nos consiguió copias 10€ más baratas a 4 de golpe) quisimos formarnos nuestra propia opinión. Y ni frío ni calor. No estuvo mal, pero me esperaba algo más porque tenía todas las papeletas para que me encantara: Baquelita, movimiento abstracto y puntuación por mayorías de un tipo de animal que puede ir variando durante la partida. Pero no ha sido así. Le daremos alguna partida más y seguramente deje la colección en pos de hacer sitio.
Y ahora un sorpresón pero bien gordo. Hokkaido. Y digo por qué. Honshu es uno de mis juegos favoritos de cartas. Además, le tengo especial cariño ya que nos lo regaló nuestros amigos Joaquín y Miryam y nos lo llevamos a Japón para poder jugar un Honshu en la isla de Honshu. Éste Hokkaido prometía ser la secuela de Honshu pero tras leer las reglas, me dio la sensación de que iba a ser exactamente el mismo juego pero con draft en vez del mecanismo de Honshu. Pero una vez jugado no, es otro juego. Si, muy parecido a la hora de colocar las cartas y estéticamente igual, pero la sensación de juego es diferente al tener que tener en cuenta en cada ronda los objetivos vistos y el tema de que la cordillera parte en dos el mapa. Muy recomendable si Honshu os gusta.
Y para terminar estos 4 días a tope un troncho precioso: City Explorer Kyoto. La puntuación y las ilustraciones genial, pero la mecánica de ir descubriendo cartas y tal… muy muy del montón. Seguramente vaya al hilo de venta o nos hagamos un cuadro con las cartas porque hemos estado en muchos de los sitios que salen en el juego.
Y a pesar de haber jugado un montón de juegos buenísimos, le voy a dar el sello al único jeugo que no puedo jugar de momento hasta que salga en español y lo tengamos en casa:
Hasta la semana que viene!