Games & Llamas: Semanas 37 y 38

Cuando no se puede, no se puede, y hemos estado hasta arriba con un montón de cosas tras las LES. También, como jugamos poco la semana justo después, pues no hacía mucha falta el ver qué habíamos jugado. Ahora que se han acumulado un par de semanas, vamos a ver qué maderitas estuvimos tocando las semanas 37 y 38!

Semana 37

Lunes

Estrenamos el lunes por la noche el NMBR9 que nos trajimos del mercadillo. Me parece una auténtica chulada de juego y una ideaca. A lo mejor de lo que peca es de no tener nada de interacción pero… pero qué más da. Total, para 15’ que dura la partida, merece muchísimo la pena. Tengo ganas de sacarlo en ambiente cuñadil para ver si pasa la prueba de la yaya y el cuñao.

Después, nos trajimos una copia del nuevo juego de Tranjis Games ¡Adiós Calavera! Que nos ha gustado muchísimo. Es un tipo de juego que nos suele encajar perfectamente a la hora de tomar café los fines de semana. Tanto es, que lo hemos dejado directamente en la bandeja de debajo de la mesa del salón para que lo tengamos a mano! ¡Y eso que no hemos jugado con poderes todavía!

Miércoles

El señor Jorge Nieva nos tentó para agenciarnos un juego de habilidad rarísimo que llevaba él buscando desde 2014 y que ahora con la reedición por parte de Noris Spiele por fin podía hacerse con él: Blocky Mountains. Ante tanto hype accedimos a meternos en un pedido conjunto y no es para menos. Es un juego de habilidad super curioso que tiene tanto variante cooperativa (para jugar con los peques) como competitiva por ver a ver quién se arriesga más en la subida a las montañas. El caso es que tienes dos palitroques con un ganchito y tienes que mover al montañista y al oso por una serie de recorridos que salen aleatoriamente (según dificultad) de un mazo de cartas. No tenemos ningún juego del estilo así que a ver si lo podemos sacar cuando estemos con los enanos.

Semana 38

Sábado

Como véis la sequía de jugar en septiembre está siendo patente pero bueno, da igual, el caso es que cada semana nos sentamos al menos un ratejo alrededor de la mesa. Estrenamos el Machu Picchu que nos trajimos del mercadillo de las LES y que conocíamos por dos motivos: Es de Mac Gerdts (y en casa somos muy del tito Mac) y que las llamas de madera que vienen son las mismas que las del Pelea de Llamas (de hecho, tuvieron que producirlas en SpieleMaterial porque las compramos de ahí hasta que se agotaron). El juego está bastante bien pero se le notan demasiado los años y sobre todo se le nota que el aspecto gráfico les importaba más bien poco a la gente de PD-Verlag. Es feo feo. Pero feo feo feo refeo. A dos jugadores se hace algo repetitivo pero seguramente eso se mitigue con más jugadores. Le daremos más tientos porque la puntuación final es una maravilla.

Vinieron a casa San y Dave y antes de empezar la sesión, nos echamos un NMBR9 que para arrancar una sesión lúdica viene maravillosa.

El plato fuerte del día consistió en en Vikings Gone Wild, edición en español por Last Level. Tenía muchas ganas de probarlo porque a mi los deck-buildings me encantan y éste además llevaba recursitos. Y no ha decepcionado. Me ha gustado bastante aunque para 2 lo veo un poco menos por el tema de los ataques. No es lo mismo estar zurrándote contra el mismo adversario durante toda la partida que tener más opciones donde atizar.

Después, un Pikoko que es gloria pura y que encanta a todo el que lo enseñamos. De lo mejorcito que llevo probado este 2018. Al igual que el resto, tengo muchas ganas de sacarlo en una comida familiar para ver cómo juega la gente.

Y para cerrar un Queendomino que tenía unas ganas locas de probarlo, siendo Kingdomino uno de los juegos que nunca me canso de jugar. Pues… pues me quedo con Kingdomino de aquí a Lima. No es que Queen me parezca peor, es simplemente, otro juego ligeramente más complejo. Es como si hubieras comprado una expansión para Kingdomino que hace que cambie el juego radicalmente (algo parecido a lo que pasa con Isle of Skye). No creo que entre en la ludoteca.