¿Qué le decimos al Dios del Verkami?

Hoy no, como diría Syrio Forel.

Hoy, 25 de noviembre, era una fecha marcada en nuestro calendario desde verano, y quizás desde antes, pero más o menos desde este verano que empezamos a moverlo todo. Hoy 25 de noviembre, a eso de las 10 de la mañana, la campaña de Verkami de Size Dice, tendría que estar activa, con precios de risa las 24 primeras horas  y con un precio bastante decente, tanto para tiendas y asociaciones como para particulares durante lo que durara la campaña.

Empezamos por junio a recopilar presupuestos, contactar con Paco Dana de una manera más formal (somos amigos, pero el trabajo es el trabajo) para las ilustraciones, a depurar el manual para que fuera más accesible y a hacerle las últimas pruebas. Como no tenemos presupuesto para sacarlo por nuestra cuenta, pensamos en lanzar un Verkami que nos ayudara con los costes de producción. Pensamos en salir al aire a primeros de septiembre, antes de Essen y Córdoba, hasta que nos empezamos a empapar del tema de autónomos, tributaciones, gastos y beneficios.

No os vamos a aburrir con este tema. solo deciros que si queríamos hacer las cosas bien, al no ser autónomos, tendríamos que cuadrar bien el trimestre para que los ingresos que nos proporcionara el verkami, se compensaran con los gastos de la imprenta, y que si te pilla en cambio de año fiscal, es muy posible que hacienda te meta un palo por haber obtenido demasiados beneficios.

Así que fijamos la fecha para el 25 de noviembre, hoy. Fecha la cual, al terminar la campaña el 4 de enero, nos daba margen para cuadrar impuestos y demás historias (aunque tras hablar con gente más puesta en estos temas, hay soluciones de todo tipo para evitar darnos de alta como autónomos y etc)

Pero lo paramos tras las LES.

Tras hablar con algunas tiendas nos comunicaron la enorme avalancha de proyectos que se estaban sucediendo (aunque bueno, eso ya lo habíamos visto en Verkami, que septiembre estaba siendo un mes muy fuerte). Las tiendas estaban cansadas de «atender» a gente como nosotros para ver si el proyecto es atractivo o no. Si hamijos, uno se cree más especial que Ralph vestido de Cobi hasta que se pone manos a la obra.

Ésto, sumado a que Shei comenzó a trabajar a mediados de septiembre, hizo que nos replanteáramos todo. ¿Tendríamos suficientemente tiempo para atender BIEN el Verkami trabajando los dos? ¿No nos estaríamos metiendo en un proyecto demasiado inabarcable?

Certezas hay pocas en la vida, y creemos que la campaña iría muy bien y cumpliríamos objetivos ya que el juego es bueno y nuestra predisposición es total, pero nunca puedes estar seguro. Aún petándolo en Verkami, luego hay que cumplir con plazos, calidades, expectativas… y es ahí donde ahora mismo, no podemos cumplir, porque que eso de lanzarnos a la piscina «y luego ya veremos qué hacemos» no va con nosotros.  Cuando se refiere a cumplir con una deuda contraída con los backers, es lo primero. Para nosotros es una falta de respeto constante lo que ocurre con muchas campañas de crowdfunding.

En Essen, vimos que el juego estaba levantando interés allá por donde lo enseñábamos y hemos decidido traducir el manual (a ver si para el viernes o la semana que viene hacemos una entrada comentándolo) y enviarlo junto a un dossier a editoriales que les pareció bien (y a otras tantas). Y tras las JESTA también hubo contactos, así que hay que intentarlo siempre. De momento lo van a probar en UK gracias al chico que nos está ayudando en la traducción 🙂

Así que hemos pospuesto la campaña, como muy pronto para febrero/marzo de no obtener respuesta alguna, pero tenemos tanto trabajo avanzado que retomarlo es sencillo.

Si no arriesgas, no ganas, lo tenemos muy claro. Pero no esmorrarse contra el suelo por no calcular bien el salto, es una forma de ganar a nuestra forma de ver. Montar un Verkami es una responsabilidad que no todo el mundo es capaz de llevar, y luego pasa lo que pasa. Hay que hacer las cosas con cabeza.

Seguiremos informando.