Se ha hecho de rogar, pero tras el concurso de Bernarda, las Jesta y demás compromisos, aquí está la entrada correspondiente al tercer día que pasamos en Essen. Día más tranquilo de lo que nos esperábamos.
Nos dirigimos a la feria como los otros dos días sándwiches en mano y con una estimación de maleta. La noche anterior habíamos colocado de cualquier manera todo lo que llevábamos comprado y vimos que todavía había sitio para bastante más. No sabemos todavía si eso fue un error o un acierto.
De lo primero que hicimos el sábado, fue ir al stand de Swan Panasia donde es el paraíso del orden y protección de componentes de juegos de mesa. Bien es cierto que algunos tamaños (sobre todo los estándar) salían mucho más caros, pero es que esta gente fabrica fundas con diferencias de milímetros. Tienen listados y listados y y es difícil (por no decir imposible) no encontrar una funda que se adapte a un tamaño de carta… y lo que no son cartas.
[columns] [span6] [/span6][span6] [/span6][/columns]Estuvimos de manera más o menos relajada (digo más o menos porque ya íbamos con cosas en bolsas) fuimos a Eagle-Gryphon games a saludar a los chicos de Meridiano 6 (y a hablar de un par de cosillas de Mondrian con ellos). Nos quedamos con unas ganas enormes de llevarnos el The Gallerist. Y después de darnos cuenta de una cosa en el cartel más todavía.
Para que veáis lo sencillo que es picar con algo en cualquier stand, en el de Eagle-Gryphon, comprando 3 juegos de cartas pequeños por 30€, te regalaban el Fleet… Pues venga a echar más cajas a la bolsa.
Mientras paseábamos, creo que llegamos a uno de los momentos culminantes de la feria: El Bernardazo a Uwe Rosenberg. Un tío que como os podéis fijar en la foto, se tuvo que agachar para ponerse más o menos a nuestra altura.
Nos habían hablado mucho de lo horroroso que era la feria el sábado pero a nosotros no nos dio la impresión de que fuera nada excepcional… hemos estado en Expocómic o Expomanga y eso sí que ha sido un horror. Lo que bien es cierto es que no es el mejor día para hacer compras. Lo más o menos exclusivo ya está agotado y aunque se empiezan a atisbar bajadas de precio, no son tan grandes como las que en teoría hacen el último día.
Uno de los stands que más nos gustaban, porque solo veías a niños divirtiéndose desde bien pequeñitos con juegos de mesa era el de HABA. Lo más curioso de todo es que en el propio stand no vendían nada, sólo tenían diversión para los nenes (bueno, luego al lado había un stand muy majo que te los vendía. Ejem)
[columns] [span6] [/span6][span6] [/span6][/columns]Lo dicho, el sábado no es el mejor día para ir a comprar, porque entre otras cosas, si hay cositas gratis, se habrán acabado. Nosotros nos trajimos un cochecito de madera y unos peones enormes para nuestros sobrinos que ofrecían gratis en el stand de HABA. Esta era la pinta que tenía el sábado:
Da igual que no te guste un juego, que si tiene versión gigante te va a llamar la atención. No nos llamaba nada el juego de Knizia «Mmm!» pero tenía un gato de gomaespuma enorme. Y dados enormes. Y unos guardas de seguridad que miraban demasiado 🙁
Así que sin mucha sensación de agobio nos fuimos para el apartamento a dejar lo que habíamos cazado. Que vale, que si, que decimos que no es el mejor día para comprar, pero la tentación está ahí y todo tiene muchos colorines y lucecitas.
Aprovechamos la tarde para ir a Essen centro y a hacer una de las cosas que más nos gustan cuando vamos a Alemania: Comernos unas patatas de Nordsee, que es una especie de McDonalds de pescado que está principalmente en tierras germanas. Es una tontería, pero cuando estuvimos 3 semanas en Köln estudiando alemán allá por el 2010, era una de las cosas que hacíamos al salir de la academia. Y es que la zona del Rin nos pone nostálgicos.
Nos dimos un buen paseo por el centro viendo lo poquito que tiene que ver… y la verdad es que no hay mucho. Nosotros es que nos conocemos Köln como la palma de nuestra mano y Bonn ya la vimos en su día (y tampoco nos dijo nada) Así que como recomendación para los que vayáis por primera vez, id a Köln en vez de Essen pueblo, os va a gustar infinitamente más.
[columns] [span6] [/span6][span6] [/span6][/columns]¿Y aquí acabó el día? ¡NO! Volvimos a la feria a por material logístico y se vino de rebote un Kraftwagen (que la presión de la gente al vernos con esa caja hizo que nos lo TUVIÉRAMOS que llevar)
¿A qué nos referimos con material logístico? A cajas vacías de juegos de mesa. En la feria hay zonas donde apilan cajas desmontadas la gente de los stands para luego mandarlas a reciclar. Como queremos mucho a nuestros juegos, pensamos en hacer un armazón de cartón para la maleta para que llegaran en el mejor estado posible.
[columns] [span6] [/span6][span6] [/span6][/columns]Ya os adelantamos: FUNCIONA. Y muy bien. Con los cartones proteges de golpes que te dará el personal de handling del aeropuerto. Menos alguno (que no iba debidamente protegido) todos llegaron intactos. El año que viene repetimos estrategia. Tras tres horas haciendo la maleta y jugando a las matrioskas con las cajas, empaquetamos y dejamos un hueco para las últimas compras (que no iban a ser muy grandes).
En la parte 4 (y última) Dónde nos alojamos y último día en la feria.