Games & Llamas: Semana 20

Ya que nos hemos puesto al día vamos a mantener el ritmo a ver si podemos.

Lunes

El lunes era un día especial (los que nos seguís en twitter ya sabéis por qué) así que decidimos echar una partida a uno de los grandes de la colección que hacía muchísimo (demasiado) que no jugábamos. Y más desde que tenemos Caverna en la colección: Agrícola. Jugamos con el mazo K (la última partida ya la echamos ahí) y te revienta la cabeza las posibilidades que te da. Tras unas cuantas partidas a Agrícola (unas 10 llevaremos) y unas 2 o 3 a Caverna, creo que Caverna es un juego más completo que Agrícola, aunque le tenemos tanto cariño a éste que se van a quedar los dos en la colección para siempre.

No quedaba mucha tarde pero había ganas de mover unas cuantas piececitas más y aprovechando que lo han nominado a Spiel Des Jahres para 2018 echamos una partida a Azul, que ganó Shei por un puntazo. Como no gane el berrinche en casa va a ser de categoría.

Y para acabar una partidita a Pueblo pero con los obstáculos colocados a la mayor mala leche posible. Y cómo se notó, subiendo en altura bien pronto en la partida. A ver si lo re-edita alguien de una vez porque vaya maravilla de juego.

Miércoles

Nos quedamos con las ganas el lunes de estrenar un microjuego de estos que parecen un paquete de chicles que compramos por $2 en un Barnes & Noble en Nueva York, RUM. Menudo pufazo. De verdad. Admiro mucho el sintetizar en 30 cartas un juego (y hacer 12 de una tacada) pero madre mía. Al menos costó barato. El otro que tenemos (SOW) me da un miedo tremendo.

Viernes

¡Por fin viernes! Y como trabajamos un montón durante la semana (que hemos entregado ya 3/4 juegos a nuestros editores) nos dedicamos el viernes para nosotros.

Comenzamos con con un Lorenzo Il Magnífico, que hacía como un año que no jugábamos y que nos sigue gustando tanto como el primer día. Si es verdad que si lo juegas muy de seguido lo puedes quemar (nos pasó nada más comprarlo) pero el juego es una gozada. Lo mismo este año nos planteamos la expansión.

Después un Yamataï que igual, hacía un montón que no jugábamos y nos ha dado unos arreones de AP de campeonato. Pero mola mucho y es tan TAN agradable de jugar que no me acordaba lo mucho que me gusta. Eso si, cuidadín con jugadores con AP que puede resultar una experiencia agridulce.

Tras cenar nos echamos algo más pero ligerito. Un par de partidas a Hanamikoji (que no sé por qué no le han dado alguna mención a algún «des Jahres») Es una joya para 2 jugadores. Una auténtica joya. Qué envidia me da al ver un diseño tan fino con tan pocos componentes. Si encontráis una copia haceros con ella porque no defrauda.

Y para acabar una partidita al Oh My Goods! para seguir afianzando reglas para jugar a la expansión un día de estos. Me encanta pero es azaroso a más no poder. Si no te lo tomas como un juego azaroso la experiencia va a ser mala. La primera versión del reglamento no te permitía descartar cartas para robar nuevas al inicio de la ronda, así que me puedo imaginar la frustración de no andar robando nada potable.

Sábado

Por la mañana estuvimos probando unas nuevas ideas para llevar a Essen que no funcionaron nada nada mal. Bueno, todo lo «nada mal» que puedes esperar de un euro de peso medio con un montón de variables. A ver si nos da tiempo para tenerlo listo 🙂

Después por la tarde vinieron de visita nuestros amigos Sandra y David, que nos trajeron de Alemania el The Mind y Ganz Schön Clever, uno nominado al Spiel des Jahres y el otro al Kennerspiel. Luego os cuento qué tal.

Empezamos la sesión jugando un Saqueadores del Mar del Norte que es muy triunfante para cuando quieres algo con miguita pero no te quieres reventar la cabeza. Esperando las expansiones estamos para darle más vida.

Y antes de ir a cenar un par de partidas a The Mind. No me ha parecido gran cosa la verdad. Si es verdad que nos lo pasamos bien porque tiene momentos de risas porque crees que no hay carta más baja que la tuya y justo hay una por un número por debajo. Pero ya. Ésto está en la misma categoría que Código secreto o Hanabi pero muy insulso. Y si os dicen lo de la conexión telepática o algo así, para mi es como la homeopatía o las dietas milagro. A alguien le funcionará.

Domingo

Si, acabo de decir que The Mind es un tocomocho de juego, pero ahí estamos dándole más partidas para, o sacarnos del error, o confirmar que ni flú ni flá. Además, que eso de tener que barajar el tacazo de 100 cartas a cada nivel me parece un soberano dolor. Luego que si en el Borgoña hay que sacar losetas que si que mimimi.

Con el café, nos pusimos a estrenar uno de los nominados al Kennerspiel des Jahres: Ganz Schön Clever. Si esto es un juego «avanzado» que baje Knizia y lo vea. El juego está muy chulo y es un paso por encima de Qwixx y Qwinto y con una duración más contenida que Noch Mal. Nos ha gustado mucho y le echamos dos partidas seguidas para probar distintas cosas en la hoja de puntuación. Pero no lo creo merecedor a «juego experto» del año ni de casualidad.

Por la tarde nos echamos un Riverboat que hacía ya un tiempo que no jugábamos a este juego tan chulo. Tiene cosas que no me acaban de convencer porque me hacen dudar de que siempre X decisión es la mejor y siempre va a ser así, pero imagino que se disipará con las partidas o se confirmará. De momento es un juego de peso ligero/medio muy muy guapo. A 2 me gusta más Riverboat que Heaven & Ale y a 4 al revés.

Y antes de cenar otro The Timind. Llegamos a nivel 12. No va a durar en la colección. Aquí la nieve no ha cuajao pero seguro que en algún puerto de montaña hay 2m de nieve.

Después de cenar el ganador del Spiel des Jahres del 2000: Torres. Un buen abstracto (porque por mucho que quieras darle tema, no se puede) que tiene elementos que me recuerdan a Pueblo o a El Grande. A dos funciona correctamente pero seguro que a más jugadores habrá más bloqueo y más tocadas de carita.