Lunes
Pues eso, si leísteis las crónicas de la semana pasada, con el rollo de jugar a juegos con barquitos, dejamos hecho el setup del Yamataï y el lunes por fin jugamos. Me sigue gustando mucho más Five Tribes porque la comparación es obligatoria, pero los juegos no tienen mucho que ver el uno del otro mecánicamente hablando. Quitando la doble selección de turno a dos jugadores y el orden en el que se ejecutan las acciones, no tiene mucho más misterio. Es un juego que nos resistimos dejar ir porque es TAN bonito cuando termina la partida que es una experiencia aumentada el jugarlo.
Jueves
Llegamos a Puente Genil a casa de Andrés y Lorena para ir al Festival Internacional de Juegos de Córdoba, y aunque ya era tarde de narices, no nos resistimos a echar alguna partidilla tras la cháchara obligatoria de inicio (y la cháchara post partidas). Empezamos con el publicado por 2Tomates: Penny Papers Adventures: The Valley of Wiraqocha y, quitando lo de las serpientes, es un juego muy apañado. Digo lo de las serpientes porque a mi estos juegos me gusta estar metido en mi hoja y que no me fastidien por fastidiar (que es lo que pasa con las serpientes) Además el juego es bien bonito así que es una buena idea para añadir a la colección si os gustan los juegos de tirar dados y anotar resultados.
Después, pude por fin probar el Dragon Castle y me encantó. Eso sí, no sé si algún día acabará en la colección, porque a pesar de ser muy buen juego, las sensaciones que obtengo son parecidas a las de Azul y Azul… es el Azul. No digo que se parezcan (más allá de coger pieza para colocarla en tu tablero haciendo un grupo) si no que las sensaciones de “abstracto con piececitas que he de colocar de manera agrupada para hacer puntitos” son parecidas. Que también digo que si lo vemos a buen precio… pues iría para dentro. Muy recomendable!
Viernes
Como este año ha caído en puente, pudimos disfrutar el viernes por completo del Festival, pero antes de llegar allí, con el desayuno, Andrés nos sacó una marcianada de EmperorS4 llamada Crows Overkill. El juego no es gran cosa y el tema es de lo más marciano: va de aguantar el máximo de tiempo con una prostituta del barrio rojo matando cuervos y otros pájaros para que no graznen, porque al graznar anuncia que tu tiempo con la lumi se ha acabado. No nos cuajó demasiado.
Una vez en marcha llegamos al Festival de Córdoba y nos tiramos más tiempo hablando y de cervezas que haciendo otra cosa. Es la magia del Festival, que nunca sabes qué vas a hacer hasta que no estás allí.
Después de comer pillamos por banda a David Prieto de Ludonova para que nos enseñara Ceylon, uno de los juegos que más ganas tenía de probar en el festival. Y no defraudó. Ha ido de cabeza a la wishlist. Es un juego de estos que te tienen todo el rato pensando y que al tener una producción y una ilustración tan bonita te apetece estar mirándolos todo el rato.
Es un euro medio ligerito (que no soso) que cuadra perfectamente en ese hueco de “me echaría un euro que no fuera muy exigente pero que tuviera su miga y que dure poquito” A dos tiene que ir pelao y a 3 lo hemos disfrutado un montón.
Después tocó partidita de demostración a The Red Cathedral con una partida que me acabé llevando yo por un par de puntos y que estuve en un tris de perderla, porque por intentar acabar sacando más PV que el resto, acabé palomeando los últimos turnos y casi eso me cuesta la victoria. A ver si más adelante podemos deciros algo del jueguecito.
Y antes de ir a cenar jugamos a un juego que ha editado Pavana Games en nuestro país: Woosh. No nos ha gustado nada nada… pero es que nosotros no somos el target de ese tipo de juego. Como muestra, lo poco que nos divertimos con éste juego quedó contrarrestado con el siguiente grupo que lo jugó que se partían de risa. Cada juego tiene su público.
Sábado
Poco estuvimos el sábado por la mañana, pero aprovechamos para volver a saludar a Gloria de El Entreturno, que ha viajado desde Chile para venir a la feria. Nos regaló un boli y un imán con llamas que son un amor <3
Después, sin esperar muchas partidas, se encadenaron varias a The Red Cathedral que no nos esperábamos que fueramos a sacarle tantos testeos al juego. La verdad es que el público ha reaccionado genial al juego y eso nos encanta. ¡Incluso nuestro amigo Deinos se echó dos!
Y para cerrar el festival (no iríamos el domingo por volver antes a casa, que teníamos jaleo) probamos el nominado al SdJ que nos faltaba: Luxor. He de decir que es un familiar, que a nosotros, los jugadores más hardcore se nos puede quedar un poco pequeño. Pero tiene una cosa que me ha vuelto loco: La gestión de la mano. Al igual que en Bohnanza, una vez tienes la mano no puedes cambiar las cartas de posición. Tienes 5 cartas y siempre que robas una carta la colocas en el centro, mientras que jugar, solo puedes jugar la primera o la última. No me extraña que haya sido nominado.
Así que vamos cerrando nuestro paso por Córdoba, que ha sido, de lejos, el que mejor nos lo hemos pasado entre charletas y partiditas. Éste es el botín que nos hemos traido entre encargos y el Coimbra que no nos hemos aguantado hasta Essen.
El juego de la semana, aunque no hayamos jugado mucho, es imposible no dárselo a…
¡¡Hasta la semana que viene!!